Bien. Esta es una leyenda poco conocida en realidad, es algo corta, pero espero les guste. Verán, estuve yendo a clases de ballet durante 7 años, en el precioso teatro calderón, y es una leyenda que por mucho circuló entre nosotras las alumnas como una de terror, y que por mucho nos dio medio al estar detrás del escenario al esperar nuestro turno de salir a bailar. Sin embargo, con el tiempo, fui investigando un poco más al respecto, y puedo asegurarles que, si bien es nuestra motivación de salir, puede ser algo, o alguien más, quien nos ayuda a no equivocarnos al estar en el escenario.
~Andreina.
Durante los primeros años en los que sirvió el Teatro Calderón, la danza clásica fue motivo de varias presentaciones en el escenario de dicho teatro. Por mucho tiempo fueron presenciadas por tanta gente como cupiera en el lugar, y fueron aclamados los bailarines que ahí se presentaron.
Se dice de una, especialmente activa y dedicada, que solía ensayar todos los días en el escenario del teatro vacío, imaginándose los aplausos de la gente al terminar cada uno de sus piruetts.
Sucedió que una vez, al llegar ella como de costumbre, trabajadores estaban arreglando el escenario. Le advirtieron que no era buena idea que subiera, pero la bailarina argumentó que lo haría con cuidado, y que no molestaría. Así pues, se le permitió subir a ensayar.
En medio de sus saltos y vueltas, una barra que sostenían por el techo, cayó sobre ella al hacérsele un corte que no debiera ser. Enseguida se buscó retirarla y auxiliar a la muchacha, pero el golpe había sido tal que había ocasionado una muerte instantánea.
Se dice que ahora, ese dulce fantasma de una doncella que gustase del baile y de los aplausos del público, danza ahora entre las presentaciones que se realizan en estos tiempos, ayudando a cualquier bailarina a no caer, no equivocarse, y sobre todo, dar una espectáculo espléndido.
Mucho tiempo, a las pequeñas que solíamos ir ahí, se nos dijo una versión un poco distinta y hasta aterradora de esta leyenda. Sin embargo, hubo algo de esa versión que me gustó bastante. El piano que está abandonado detrás de los camerinos del lado derecho (estando de pie en el escenario), fue acompañante de los ensayos de la bailarina, interpretado por un músico que se dice también murió ahí. He de decir que si bien mis compañeras y yo llegamos a sentir esa "fuerza" que nos ayuda en el escenario, no puedo asegurar qué fue. Mas he de agregar que, en uno de los ensayos de mi profesor previos al general, nos aseguró ver una sombra danzando al compás de la música que llevaba en su grabadora... y que apenas apagarla, desaparecía en los vestidores.
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